Gran partido del elenco alemán, que ha completado los deberes ante un endeble Youg Boys.
La Champions League 2023/2024 ha comenzado de la mejor forma posible. Young Boys y RB Leipzig nos han brindado un partido muy entretenido, con ocasiones para ambos equipos y que al final se terminó llevando el RB Leipzig 1-3 gracias a los goles de Simakan y Schlager. Elia hizo el momentáneo gol del empate en la primera parte, y Sesko sentenció en el añadido de la segunda parte.
El partido se empezó a abrir pronto. Un córner lo remataba Simakan de cabeza al fondo de las mallas en el 3'. Y ahí todo parecía indicar que los alemanes conseguirían una victoria fácil. Pero estábamos equivocados. El Leipzig empezó a dejarle el dominio del balón al Young Boys, que cerró la primera parte con un 58% de posesión.
Los alemanes se encomendaron a la velocidad de Openda en las contras, que dispuso de varias. Una muy clara en la que Xavi Simons desaprovechó una transición y golpeó fuera. A partir de ahí los locales empezaron a entonarse. Elia, Ugrnic y García formaron un triángulo por la izquierda que volvió loco a Hendrichs.
Y por ese costado llegó el gol del empate. Golazo, mejor dicho. Elia se sacó un disparo muy sutil con la puntera, que se fue abriendo y alejándose de la portería de Glaswich, que nada pudo hacer. A partir de ahí el Leipzig intentó dormir el partido hasta el descanso, y llegó vivo, aunque con las continuas quejas de Rose por dos entradas seguidas a Xavi Simons, una de ellas muy dura.
La reanudación empezó como la primera parte. Sin embargo, la ocasión madrugadora de los germanos no acabó en el fondo de la red. Xavi Simons, que hizo un buen partido, se volvió loco pidiendo penalti en una jugada en la que regateó muy bien a Racioppi. El Leipzig creaba peligro a balón parado, mientras cada vez el Young Boys estaba más inoperante en ataque.
Sesko entró en sustitución de Poulsen, muy discreto, y casi fue llegar y besar el santo. Y el 'casi' fue por unos centímetros que hacían que el delantero estuviera adelantado y no valiese su cabezazo. Pero el que sí valió fue el gol de Schlager, que, tras el rechace de un córner, se sacó un zurdazo raso que se coló en la portería gracias a la maraña de jugadores que había en el área, que impidieron la visión de Racioppi, cuya reacción fue tardía.
Y a partir de ahí el RB Leipzig le metió cloroformo al partido y, ayudado por las interrupciones de los cambios, apenas se jugó hasta el descuento, cuando Sesko sentenció en una contra para firmar la sentencia cuando el Young Boys estaba volcado arriba. El RB Leipzig hace los deberes a tiempo en el grupo G del ganador de la pasada Champions, el Manchester City, el rival de los alemanes por la primera posición.
