¡El proyecto del PSG, un absoluto fracaso! Después de gastar 1900 millones en Mbappé y compañía, QSI sólo cosechó eliminaciones vergonzosas.
Las preguntas incómodas eran inevitables después de la última humillación del Paris Saint-Germain en la Champions League, pero eso no las hizo más digeribles para los protagonistas del proyecto PSG.
Con el que todavía es su equipo eliminado en semifinales después de una sorpresiva derrota por 2-0 en el global ante el Borussia Dortmund, a Kylian Mbappé le consultaron si apoyaría al Real Madrid o al Bayern Munich en la otra eliminatoria. El delantero, que -todo el mundo sabe- vestirá de blanco a partir de julio, rodó los ojos y se alejó, quizás molesto porque alguien más que él mismo tuviera la audacia de mencionar al club blanco en un momento muy inapropiado.
Mientras tanto, el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi, se mostró aún más molesto cuando un periodista quiso saber si el entrenador Luis Enrique estaba en peligro de perder su trabajo: "¿Esta pregunta es en serio? Honestamente, ¿sabes y entiendes algo sobre fútbol?", gruñó el qatarí. Era una pregunta que Al-Khelaifi probablemente habría preferido hacerse a sí mismo y a quienes le rodean.
El club parisino ha gastado aproximadamente 1.900 millones de euros desde que el grupo Qatari Sports Investment (QSI) asumió el control en 2011. Y aún así, las vitrinas del Parque de los Príncipes siguen sin lucir el trofeo de la Liga de Campeones.
Reunir superestrellas no funcionó. Construir un equipo alrededor de Mbappé, tampoco. ¿Qué sigue, entonces, para el PSG? ¿La irrelevancia es un riesgo real para un club "divisivo" que se ha vuelto sinónimo de excesos y vergonzantes eliminaciones europeas?
Éxito fuera del campo, pero fracaso dentro
Desde una perspectiva económica, QSI ha hecho un trabajo notable con el PSG en los últimos 13 años. Un club adquirido por solo 70 millones de euros ahora tiene un valor de 4.250 millones. Al-Khelaifi ha sido clave en el crecimiento, que ha visto al PSG ascender al tercer lugar en la última Deloitte Football Money League.
El directivo qatarí es conocido por combinar una visión de conjunto con una meticulosa atención al detalle. Mientras realiza negocios de varios millones de euros con Air Jordan, también elige al catering para la zona VIP en el Parque de los Príncipes.
Sin embargo, Al-Khelaifi siempre ha sido consciente de que el éxito en el campo es necesario para la credibilidad del proyecto del PSG, por lo que ganar la Champions League (algo que sólo un equipo francés consiguió en la historia) siempre ha sido el objetivo principal. En una entrevista con L'Equipe en 2014, incluso prometió que el club conquistaría Europa en cuatro años. Spolier: no sucedió. De hecho, una década más tarde, todavía no ha ocurrido. Y el PSG sólo puede culparse a sí mismo por no haberlo conseguido.
"Messi fue un acuerdo más de marketing"
En su primera aparición en los medios como presidente del PSG en 2011, Al-Khelaifi insistió en que el objetivo del club no era fichar superestrellas existentes como Lionel Messi, sino descubrir la próxima generación de talentos. Sin embargo, después de una década de desilusión, en 2021 el PSG le dio al argentino un contrato colosal a la edad de 34 años.
Quizás ningún acuerdo ilustró mejor la desesperación del Paris Saint-Germain, o la obsesión poco saludable con jugadores de alto perfil que los aficionados llegaron a despreciar. De hecho, a los ojos de los seguidores, Messi, a pesar de todo su genio, personificaba los problemas del club.
Como dijo un seguidor desilusionado al medio deportivo 'Goal', después de la poco afectuosa despedida que le brindó el club a un Leo que venía de ganar la Copa del Mundo en la propia cara de Francia, al final de la temporada 2022-2023: "Messi fue más un acuerdo de marketing que un fichaje deportivo. Terminó representando todo lo que hemos odiado sobre el proyecto QSI en los últimos tres o cuatro años".
Neymar y Mbappé: de amigos a enemigos
Todo había empezado, por supuesto, con la sensacional doble contratación de Neymar y Mbappé en 2017, cuando el PSG sacudió al mundo del fútbol con los dos mayores fichajes en la historia del fútbol. El dúo de ataque casi llevó al club a la tierra prometida, pero el PSG de Thomas Tuchel fue derrotado por el Bayern Munich en la final de la Champions League de la pandemia en 2020 y todo terminó en desilusión.
Neymar y Mbappé pasaron de amigos a enemigos, creando una división en el vestuario que finalmente dio lugar a otro mercado de fichajes de alto perfil en el verano de 2021, cuando no solo llegó Messi a coste cero tras su turbulenta salida del Barcelona, sino también Gigi Donnarumma, Sergio Ramos y Gini Wijnaldum. El PSG ni siquiera pudo llegar a la meta con una colección de ganadores probados, y la identidad del entrenador que estuviera al frente del equipo pareció no hacer ninguna diferencia tampoco.
Cuando, durante una entrevista con L'Equipe, a Unai Emery se le señaló que era uno de los tres exentrenadores del PSG en los cuartos de final de la Liga de Campeones 2021-22, junto con Carlo Ancelotti y Thomas Tuchel, él dijo: "Eso significa que son todos muy buenos entrenadores. Si no lo lograron con el PSG, es porque hay algo más..." Algo mal, básicamente. Algo podrido.
"Es difícil construir un equipo alrededor de Mbappé"
El ex director deportivo Leonardo llegó tardíamente a la conclusión de que Mbappé, cada vez más petulante, no era parte de la solución en el Parque de los Príncipes, sino una gran parte del problema.
"El Paris-Saint-Germain existía antes de Kylian Mbappé y existirá después de él. Por el bien del PSG, creo que ha llegado el momento de que se vaya, sin importar consecuencias", argumentó Leonardo en una entrevista con L'Equipe después de ser reemplazado de su cargo en 2023 por Luis Campos.
"Ha estado en París durante seis años y, durante esas seis temporadas, cinco clubes diferentes han ganado la Liga de Campeones (Real Madrid en 2018 y 2022, Liverpool en 2019, Bayern München en 2020, Chelsea en 2021 y Manchester City en 2023), ninguno de los cuales tenía a Mbappé en sus filas. Eso significa que es completamente posible ganar esta competición sin él", graficó el brasileño.
Por último, soltó una dura crítica contra la estrella francesa: "Con su comportamiento en los últimos dos años, Kylian está demostrando que aún no es un jugador capaz de guiar realmente a un equipo. Es un gran jugador, no un líder. Es difícil construir un equipo alrededor de él".
A pesar de todo, el PSG lo intentó de todos modos.
¿El director deportivo de facto del PSG?
El club respaldó a Mbappé hasta la médula después de su lucha de poder con Neymar. Y aunque siempre han negado que el francés haya sido el director deportivo del club de facto, está claro que muchas de las contrataciones del verano pasado se hicieron pensando en él, con sus compatriotas Ousmane Dembélé y Randal Kolo Muani como los ejemplos más obvios.
Sin embargo, la nueva estrategia no ha dado resultados: no sólo no sirvió para ganar el postergado título en la Liga de Campeones, sino que tampoco alcanzó para convencer a Mbappé de quedarse en París. Por eso, es válido cualquier cuestionamiento a la decisión de consentir al delantero francés durante tanto tiempo y a un costo colosal para el club, tanto en términos de dinero como de imagen.
De hecho, aunque Mbappé una vez insistió en que el PSG no era el "Kylian Saint-Germain", así lo ha parecido durante demasiado tiempo. El delantero de 25 años muchas veces es visto como si fuera más grande que el club, principalmente porque sus empleadores lo trataron como si lo fuera.
'Bright future' without Mbappe?
Perder a Mbappé podría resultar una bendición disfrazada. Incluso, Al-Khelaifi habló de manera desafiante después de la derrota contra el Dortmund: "Seguiremos adelante. Estamos construyendo un proyecto a largo plazo con la plantilla más joven de Europa, el futuro será brillante". Y probablemente con el apoyo de los frustrados aficionados del club, que a pesar de todo respaldaron a los jugadores de Luis Enrique luego de la derrota por 1-0 en casa en el partido de vuelta de las semifinales. Probablemente, muchos sientan que tal vez estén a punto de recuperar su club y que, quizás, QSI finalmente haya tomado nota de los errores cometidos.
Sin embargo, no se puede ocultar el hecho de que Mbappé, el chico de Bondy que se convirtió en uno de los mejores jugadores del mundo, debería haber sido la cara de la nueva era en la capital francesa antes de que los propietarios del PSG demostraran ser completamente incapaces de manejar un monstruo creado por ellos mismos.
Ahora, sin "la piedra angular del proyecto del club", como lo definió alguna vez Al-Khelaifi, hay un riesgo muy real de que todo el emprendimiento de QSI se venga abajo. Después de todo, el PSG siempre ha dependido en gran medida de nombres de peso para impulsar el perfil de un club fundado apenas en 1970. La Ligue 1 simplemente no genera el mismo interés o ingresos que otras ligas europeas, principalmente porque el club-estado que es el PSG ha convertido el campeonato francés en una carrera de un solo caballo, poco competitivo y poco atractivo para el gran público. Por eso, el club de la capital siempre ha necesitado recurrir a su billetera inagotable para contratar jugadores de alto perfil como Zlatan Ibrahimovic y David Beckham en busca de atraer espectadores y patrocinadores.
El seguimiento en las redes sociales del club alcanzó su punto máximo durante la era de Neymar, Mbappé y Messi, pero ninguno estará en el Parque de los Príncipes al comienzo de la próxima temporada. ¿Qué sigue entonces para el PSG? Una pregunta que es difícil de responder para Al Khelaifi y compañía, pero que es menos incómoda que otra duda mucho más cruda: sin Mbappé, ¿a cuántas personas realmente les importa?