Selección nacional de Guatemala arranca mal la Copa Oro ante un rival que no tuvo que haber sido problemático. Los nacionales regresan a la realidad.
Guatemala sigue sin poder conseguir una victoria, a partir de jugar con selecciones de su "mismo peso". Ahora lo sabemos, Guatemala no ha conseguido jugar a nada, solo había jugado con selecciones muy inferiores a las que obviamente podía golear.
¿El verdugo de Guatemala?, Alex Roldán, que ingresó de cambió e hizo lo que quiso ante la selección que pudo haber representado. Nadie lo culpa por su decisión, realmente ¿Quién quiere estar en una selección sin visión deportiva de cara al futuro?
Total dominio de los salvadoreños que han dejado a la selección de Guatemala en pañales (como ya lo han hecho otras selecciones antes inferiores, como el caso de algunas islas).
Este es el tercer partido consecutivo en el que Guatemala no puede sacar victoria ante El Salvador. Los "cheros" pegaron sandunga en cuanto a juego colectivo, Guatemala apenas si tuvo el dominio del 24´ al 26´. El resto del juego fue del total dominio salvadoreño.
Este es el tercer partido consecutivo en el que Guatemala no puede sacar victoria ante El Salvador.
21 remates totales de El Salvador, ante 4 pobres remates de Guatemala. Directos a puerta fueron 6 de los salvadoreños (2 de ellos goles: Alex Roldán 81´y Joaquín Rivas 90+6´) y, apenas ¡UN REMATE DIRECTO A PUERTA DE LOS GUATEMALTECOS!
Esta es la realidad guatemalteca, un problema en el que están sumergidos no solo los jugadores actuales, sino un país completo (futbolísticamente hablando). Encima, el medio los "infla".
¿Cómo explicamos que la Selección Nacional de Guatemala no levantó un solo centro en todo el partido? Mientras tanto, la antes despreciada selección salvadoreña, levantó 7 centros, logrando por lo menos un acierto del 24% en 29 intentos, ante pobres 4 intentos de Guatemala.
¿Y, sin cimientos, el edificio cómo se sostiene? No es que nos bajemos del barco, es que no hay mar para remar. Y a los aficionados, por favor, no dejen que el fanatismo los cegue.