El encuentro entre Antigua y Deportivo Mixco en los cuartos de final de ida en el estadio Santo Domingo no fue el resultado que muchos esperaban. La derrota, aunque mínima, dejó al equipo aguacatero en una posición complicada. La falta de coordinación y la expulsión imprudente de Brandon de León solo complicaron las cosas aún más.
Es evidente que el equipo enfrentó problemas para jugar en conjunto así como la solidaridad de algunos jugadores que no ayudaron a la causa. La expulsión de De León fue un golpe innecesario que afectó el desempeño general del equipo. Además, las decisiones tácticas cuestionables, como persistir con Newton Williams en lugar de jugadores como Dewinder Bradley o Vidal Paz, plantean interrogantes sobre la dirección del equipo.
Williams ha tenido numerosas oportunidades para demostrar su valía, pero su incapacidad para controlar la pelota, aprovechar su físico y contribuir al juego en equipo ha dejado a muchos aficionados frustrados. ¿Por qué no darle una oportunidad a jugadores como Caicedo, que podrían aportar un cambio necesario en el campo?
¿Porqué morirse con Williams en la delantera?
El regreso para el próximo partido debe ser diferente. Antigua no puede permitirse repetir los errores del pasado, como lo sucedido en la final contra Cobán. El equipo debe concentrarse en superar esta dificultad y asegurarse un lugar en la final. Es crucial que el cuerpo técnico tome decisiones tácticas más acertadas y que los jugadores demuestren su compromiso y habilidad en el campo. La afición espera ver un cambio positivo en el próximo encuentro y confía en que Antigua logrará avanzar hacia la final.
Sin duda alguna se agradece el sacrificio de jugadores como Robinson y Coco Castellanos. Pero el problema de pequeños errores como los del gol puede seguir cobrando factura.