Y porqué digo que hay dudas. Pues debido a que los equipos que vienen clasificándose, como Cobán, el mismo Guastatoya y Malacateco, han cambiado mucho en su rendimiento y resultados. Y es evidente que estos podrían ser una piedra en el zapato del equipo aguacatero a la hora de enfrentarlos.
Antigua GFC ha sufrido en sus últimos partidos, debido a que sus elementos clave, empiezan a tener problemas de efectividad. ¿Cual será el problema?; pues podría ser cansancio, algún inconveniente físico que merma el funcionamiento (y talvez no reportado), un bajón como el de cualquier atleta que tiene sus curvas altas y bajas. Los más exigidos, como el Cuilapa Mejía, que desde el juego contra Cremas no fue muy fino en los pases, falló en algunos movimientos y no ha anotado. Pedro Baez, el goleador del club, tiene la pólvora mojada, y aunque es muy colaborativo con los movimientos tácticos, cuando la tiene a modo frente a la portería no logra encajarla, aunque esto no preocupa a Montoya, ya que otros han hecho los goles. Pablo Aguilar, ha sido intermitente, desaparece por largos ratos, lo que provoca que sea sustituido con facilidad. El Gullit, a pesar de ser un jugador líder en la cancha, la afición sigue esperando más de él, más de lo que hizo en FAS, donde se hecho el equipo al hombro. Aunque el equipo no va nada mal, al contrario es súper líder, como ya lo dije, preocupa la pos-temporada que será dura y compromete a seguir siendo inclemente y muy efectivo.
Antigua sigue siendo un ejemplo de corrección, de innovación y de trabajo duro, por eso, las preocupaciones que mencioné al inicio de esta columna de opinión, quedan solamente en dudas
En lo positivo, es que la actitud, el orden táctico y la disposición de cada elemento del club está a tope, hay solidaridad, no hay exceso de individualidades, no se escucha que hayan rivalidades negativas o problemas de camerino, además de que hay solvencia económica. La llegada del flamante patrocinador, Mercedes-Benz, le ha dado un aire diferentes, de estabilidad y de jerarquía al club que debe convertirse en el más grande de Centroamérica como un compromiso latente ante lo que se está visionando.
Antigua sigue siendo un ejemplo de corrección, de innovación y de trabajo duro, por eso, las preocupaciones que mencioné al inicio de esta columna de opinión, quedan solamente en dudas que rondan mi mente y que no creo que afecten al fin de cuentas en el resultado final que será, celebrar de manera virtual la quinta copa de guacamol.
Por último he de mencionar que los minutos que jugó el Jerry Ojeda, fuero excepcionales, su magia intacta, y mejor aún, ya no se empalaga con la pelota, la pasa luego de una gambeta o una buena pasada. Creo que el Jerry será un elemento clave en las variantes de Montoya.