El PSG se va de fiesta a costa de un pobre Milan.
Victoria plácida del Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes, ante la versión más débil de un Milán que sigue sin marcar en esta Champions. Tres puntos de oro para los parisinos en el grupo de la muerte para situarse en lo más alto.
Mbappé, Muani y Lee Kang-In fueron los ejecutores de los 'Rossoneri' y los que le permiten respirar a Luis Enrique en esta cárcel de oro que es París.
Los de Luis Enrique empezaron el partido aturdidos, sin una buena circulación de balón y contra un Milán que salió valiente. Mbappé, desde el extremo izquierdo, tardó en conectarse al partido, pero fue entrar en juego y apagarse las luces de los 'Rossoneri', casi por arte de magia. Ugarte robó un balón en el círculo central y tras dejar atrás a su marcador solo tuvo que levantar la cabeza para ver al '7'. Clásica jugada de Mbappé, de fuera hacia dentro para disparar al primer palo, lejos de la visión de Maignan, que hizo la estatua. A partir de ahí el partido mutó a un correcalles, perfecto para los velocistas de Luis Enrique.
Mbappé igualó así a Alessandro del Piero con 42 goles en Champions y se coloca como el decimoquinto jugador con más goles en la competición. Además empata con 110 goles a Edinson Cavani como máximo goleador en el Parque de los Príncipes.
Un tocado Milán tenía la oportunidad de hacer borrón y cuenta nueva en los segundos 45 minutos, pero más que tocado quedó hundido. La defensa de los de Pioli parecía estar de vacaciones y le permitieron al PSG atacar a placer jugada tras jugada. Existía un abismo en el medio campo y Dembélé, Muani y Mbappé se dedicaron aprovecharlo, demostrando el vértigo que le aportan al equipo. El propio Muani en el 52' haría el 2-0 de rechace tras un tiro de Dembélé. Un partido roto con un Milán descosido.