El Borussia Dortmund ha sentenciado su pase a la Final de la Copa de Europa con una victoria en la casa del Paris SG, que nuevamente se ha quedado a la orilla de ir por 'La Orejona'.
Locura por parte de los futbolistas del Borussia Dortmund que se van directos hacia la grada ocupada por parte de sus seguidores en el Parque de los Príncipes, para celebrar una clasificación histórica, dentro de un torneo donde les otorgaron tanto en Cuartos de Final como en Semifinales, el papel de cenicienta, y donde ya pueden festejar al haberse clasificado para la tercera Final de la UEFA Champions League de su historia.
Aunque el París Saint-Germain salió volcado en el segundo tiempo, con la intención de voltear la eliminatoria, el Borussia Dortmund posicionó la Semifinal muy a su favor, tras los primeros cinco minutos de la segunda parte, respondiendo de esta manera al primero de los palos que hoy se topaban en el camino de los parisinos, con un gol a balón parado que hacía deleite para las aspiraciones alemanas.
A raíz del gol, el contexto de partido rápidamente se volteó bajo el dominio de la pelota del PSG, pero no fue hasta que lograron enlazar dos ocasiones de peligro seguidas, que la corriente no emergió en favor de los ataques del conjunto local. Edin Terzic desde la banda respondía a esto con un cambio defensivo, en un claro mensaje de que el paso de los minutos se iba a convertir en un asedio al que únicamente quería sobrevivir con la ventaja en el global.
Pero ni el equipo dirigido por Luis Enrique hoy tenía las espaldas perfectamente afiladas, ni el Borussia Dortmund estaba dispuesto a bajar ni un punto su nivel defensivo que, capitaneado en la zaga por Matts Hummels, completó un partido de una enorme exigencia y que, además, contó con la pizca de fortuna que en estas fases también necesitas que te acompañe para firmar una gran obra.
El PSG no bajó los brazos, intentándolo de una y otra forma, pero si no era la defensa, eran los palos quienes se interpusieron en su camino al gol. Hasta cinco disparos se estrellaron en el poste de la meta defendida por un Gregor Kobel que cerró su puerta contra el viento y marea, hasta certificar el pase de los suyos y apear así a un cuadro 'Galo' que se vuelve a quedar fuera de la disputa por el mayor título europeo a nivel de clubes.