El impecable trabajo defensivo de los de Pioli secó a un Tottenham voluntarioso pero que se queda en octavos y sin poder ver portería.
Once años después el Milan vuelve a unos cuartos de final en la Champions League. Tras una dura década, los "Rossoneri" se vuelven a sentir un grande de Europa. Su impecable trabajo defensivo secó a un voluntarioso pero inoperante Tottenham (0-0), que se queda sin opción de reeditar su final de 2019. Lo logró con Mauricio Pochettino, que cada vez suena con más fuerza para volver a Londres y sustituir a un Antonio Conte ciertamente discutido y que por circunstancias personales no ve con malos ojos volver a Italia.
El gol de Brahim Díaz en el minuto 7 de la ida ha terminado resultando decisivo. Pese a los posteriores 173 minutos sin tantos, fue una eliminatoria muy competida que se llevó con justicia el equipo lombardo. Tal y como hizo en San Siro, el cuadro de Stefano Pioli se ha valido de sus cimientos atrás para ahogar a los "spurs". Como ya sucedió en el Chelsea-Dortmund de ayer, el denso tráfico en Londres hizo llegar tarde a los contendientes y obligó a que el partido empezara diez minutos tarde.
Pese al empuje inicial del Tottenham, la primera ocasión clara –y casi la única del primer acto- fue una jugada de estrategia en un tiro libre del Milan. El remate de Junior Messias, sin embargo, se perdió demasiado cruzado. El principal problema para los de Conte llegó cuando apenas en el ecuador de la mitad dos de sus tres centrales se cargaron con amarilla. Romero y Lenglet jugaron con esa carga y en el caso del argentino terminó pasando factura.
Sin acción hasta el descanso, en la reanudación Brahim dio un paso al frente y empezó a mandar en la zona de tres cuartos "Rossonera". Suya fue la primera llegada, abortada perfectamente por Forster. Giroud, poco después, lo intentó también sin acierto. Höjbjerg obligó a trabajar a Maignan pasada la hora de juego y hasta el tiempo añadido no volvió a inquietar al meta galo. Su regreso bajo palos, clave para el Milan.
Ya sin Romero, expulsado por doble amarilla, el Tottenham tiró de corazón y en una falta rozó el premio, pero el testarazo de Kane encontró la magnífica respuesta de Maignan. En la contra posterior Origi mandó el balón al palo con una defensa "spur" ya totalmente desnuda y que buscaba la heroica. No llegó y el Milan certificó en Londres que ya está de vuelta en Europa.
